De cómo Fartlek se encuentra con Rho y Roden.

De cómo Fartlek se encuentra con Rho y Roden.

Había acabado en un callejón sin salida. Lleno de desperdicios y cajas amontonadas. Lo único destacable eran dos puertas polvorientas a los lados que parecía que llevasen muchísimo tiempo sin darle uso.

La pequeña gata parecía haberle engañado. Maldijo en silencio el momento en que confió en la niña. Esperaba al menos poder visitar las otras dos casas de gremio antes del mediodía. La gran parte de su dinero se había invertido en el viaje hasta Anthor y si no encontraba algún simpatizante pronto probablemente tuviera que dormir resguardado en cualquier callejón.

Se maldijo una vez más y se dio la vuelta. Había dos sombras que hasta ahora habían pasado completamente desapercibidas por el gecko. Una estaba sobre un montón de cajas apoyada mientras la otra se oponía al camino de vuelta. Debido a la poca iluminación del callejón no pudo discernir ningún rasgo característico.

-Roden, ¿Es este el hombre que buscamos?- preguntó la figura al pie del callejón.

La otra figura sacó un pergamino y afirmó con la cabeza.

-Definitivamente es este.-hizo una breve pausa y levantó la cabeza- Estos niños cada vez me sorprenden más, han dibujado hasta el más mínimo detalle.

Fartlek dio un paso atrás temeroso. No conocía las intenciones de estas personas, si se mostraban hostiles se arrepentirían.

-¿Quiénes son? ¿Qué quieren?-preguntó firmemente.

La figura del callejón dio un paso adelante y la luz iluminó su silueta. Era un perro, bastante joven, ataviado con una armadura de cuero y armado con una espada corta y un arco. Su expresión jovial lo tranquilizó un poco.

 -Querríamos hacerle una entrevista. No será demasiado extensa. Mi nombre es Rho y este es Roden.- confesó el arquero.

La otra figura se aproximó a la primera dejándose ver. Era una rata con ropajes raídos y con una expresión bastante neutral, toda la tranquilidad que le había transmitido el primer individuo desapareció con el segundo.

-El perro es el jefe de gremio. Nos hemos interesado en ti, no solemos encontrar gente tan “especial” por la ciudad.

El gecko pudo suspirar de alivio. Si se hubiera alargado mucho más el misterio hubiera tenido que escupir el corazón. En ese momento se abrió una puerta a su derecha que le hizo dar un pequeño salto del sobresalto.

-¿Aún no habéis acabado con la presentación?- preguntó el zorro que había aparecido tras la puerta.- Venga todos dentro y charlemos. Violeta acaba de sacar una ronda de cervezas y me niego a que se pasen por la espera.

-De acuerdo Vincento, ya vamos.- respondió el perro.

Tanto Rho como Roden se pusieron junto al zorro.

-¿Hablamos de negocios? Invita la casa.- afirmó el jefe de gremio.

De la puerta salía luz y el bullicio propio de una taberna.

El gecko finalmente accedió. La razón no estaba muy clara. Tal vez fuera porque lo hubieran buscado expresamente,  o bien por esa aparición tan enigmática, o podría ser por la cerveza gratis. Tampoco importaba demasiado.

-Por cierto, ¡mi nombre es Fartlek!