Espero que te encuentres bien por el Gremio de gremios. Me pareces un tío genial, y creo que podría estar bien cartearnos de vez en cuando. Por mi parte todo va bien, aunque el ambiente está tenso entre la Guardia Real y la corte de los Highleaf. Incluso después de explicarle a Ser Visellius que Lady Lylia no había sido asesinada, sino decidido huir de la vida real con Dogras y Enjolras, no para de presionar a Gerold para traerla en contra de su voluntad. Gerold se mantiene firme, pero no deja de sentirse en un dilema. Está consagrado a jurar lealtad tanto al Ser como a su hija, y la tensión le está perjudicando. Por otra parte, se sigue sintiendo muy mal por hacerles daño a ellos y a vosotros, y no atender a razones en un primer momento (aunque luego lo acabara haciendo). Su honor es muy fuerte, pero también su cabezonería, y cuando chocan se resiente demasiado. Intenta resarcirse no descuidando en ningún momento el contacto con Lylia, con quien se cartea frecuentemente; pero en el fondo creo que no es suficiente para él.
Pese a sus reservas y su tendencia al secretismo, no creo que el Ser tome represalias contra vosotros. Eso sí, no recomendaría a vuestro lider Ricardo que se pase por la ciudad. Cuando leyó el informe de Gerold parece que lo conocía, y por la cara que puso no fue de su agrado saber de él.
¿Por qué no vienes en algún momento a mi casa? Se encuentra cerca de los dominios del Ser. Es bastante grande y fresca en las estaciones calurosas. Incluso puedes traer a tus amigos porque tengo habitaciones de sobra. También dispone de un amplio jardín con el que dar paseos o fiestas (de diversa índole, jeje). Puedo encargar la mejor cerveza de la zona y emborracharnos si te apetece también. Desde que mi hermana pequeña se marchó a Ocrelia a probar suerte con sus negocios me encuentro bastante solo. Puedo llevarte también a la Guardia Real y te enseño donde trabajo y entrenamos. Que hablando de trabajos... si necesitáis en algún momento ayuda con alguna de vuestras misiones, ¡puedes contar conmigo! Nunca viene mal estirar las alas con misiones algo más movidas que las que hacemos como guardias.
La caña está echada. Tú ya lo tomas o lo dejas. Espero con mucha ilusión tu respuesta. ¿Te ha ocurrido algo interesante en alguna misión?
Con mucho aprecio.
Rolando Pureheart
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Carta destinada al Gremio de Fearless Soul:
Quería agradeceros profundamente que intercerdierais por la señorita Lylia ante la Guardia Real. Fue una situación bastante complicada, y hasta que Gerold vio con sus propios ojos a la señorita no se creía que no la hubiéramos matado. La señorita está feliz, disfrutando de la vida que llevaba ansiando mucho tiempo. Tiene un don para la caza. Aunque Dogras y yo podemos procurar comida de sobra, ella no para de ofrecerse y se enfada si lo hacemos. De aldea en aldea hacemos algunos trabajos y misiones pequeñas con los que ganar algunos ahorros. Actualmente estamos bastante lejos de Ustara, pero intentamos que Lylia oculte en todo momento su identidad. No deja de ser un peligro para ella exponerse, pues en cualquier momento puede convertirse en un arma política. Pese a todo, seguimos adelante.
Lylia lleva un tiempo con una idea en mente: desde muy pequeña, su madre se marchó por enfermedad a un monasterio perdido al norte de Skania, cerca de las cordilleras heladas. Probablemente le venga bien a la señorita ver a su madre después de tanto tiempo.
Sin nada más que añadir, vuelvo a agradecer vuestra ayuda.
Un cordial saludo.
Enjolras.
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Mi amado Baku:
Me alegró mucho verte después de tanto tiempo. De veras que sí. No solamente te he visto bien, sino mejor. Más fuerte. Yo también estoy avanzando como puedo, poco a poco. Tengo fantasmas en mi pasado, escondidos entre la niebla de las lagunas que tengo en mi memoria. Sólo tenía cuatro años cuando asaltaron mi tribu en las Islas Gecko, y los esclavistas mataron a mi madre y mi hermano mayor. Recientemente descubrí que mi padre sobrevivió, y pudo rehacer una vida hasta su muerte en compañía de un mecenas amable y de buen corazón. Mis compañeros se enteraron de mi padre en una misión a la que no pude ir, y encontraron un cuadro donde aparecía. Lo tengo en mi cuadro, y lo miro de cuando en cuando.
No puedo evitar preguntarme si las cosas habrían sido distintas de haberme enterado antes de que falleciera. Lo que sí tengo claro es que no quiero volver a estar separado de nadie a quien quiero. No quiero perderlos. Quiero estar con ellos, protegerlos, que cuenten conmigo. Tengo la sensación de que no me consideras fuerte ni digno de ti, Baku, y quiero mostrarte que estás completamente equivocado. Pienso en mi cuando tenía cuatro años y nada ni nadie más en mi vida, en manos de seres horribles que solo querían sacarme provecho de cualquier forma. Y no quiero volver a sentirme así. No quiero suscitarte pena ni ningún tipo de compasión. Quiero mostrarte que soy alguien en quien puedes apoyarte y a quien contar todo lo que te pase.
Últimamente tengo unos sueños extraños. Después de acabar en manos de los esclavistas me llevaron a la casa de alguien rico en la provincia de Chobeco. Mi estancia allí fue bastante difusa, como si faltara algo antes de conocer a Boltzmann. Pero los recuerdos están volviendo. Recuerdo que algo horrible pasó allí, pero sigo sin identificar el qué. Y creo que ese algo tiene que ver conmigo. Es cuestión de tiempo que los recuerdos acaben por ser los suficientes para ir allí y enfrentarme a mis fantasmas, sean los que sean.
¿Será entonces cuando sientas que soy digno de tu confianza?
Fartlek.
